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jueves, 29 de diciembre de 2011

Feliz 2012



Lógicamente, la foto de cabecera con el Cueto Nidio visto desde Villablino no es de estas navidades, porque no sólo no hay blanca navidad en Laciana, sino que este fin de año ha sido el más pobre en precipitaciones -de agua y de nieve- desde hace mucho tiempo. Laciana, que se ha jugado todos los cuartos destinados al turismo a un solo boleto, el de la estación de esquí de Leitariegos, ahora está como está, sin turistas, porque no se ha podido esquiar ni un solo día esta temporada. Quizá esto sirva para recordar a los que distribuyen el dinero que el año tiene cuatro estaciones y que igual que en la temporada 2003-2004 sólo se abrió Leitariegos una semana, eso puede volver a ocurrir muchos más años, y más teniendo en cuenta que el clima está de tonto como está. Ojalá en enero caiga una gran nevada y haya nieve hasta abril, pero sería interesante que recordaran que Laciana tiene tanto que ofrecer al visitante en primavera, verano y otoño como en invierno. Y al que no lo crea, sólo le recomiendo que se dé un paseo a mediados de octubre por cualquiera de los bosques del sur de Laciana; si los tonos del bosque multicolor no le dicen nada, entonces ya no hay nada que se pueda explicar.

Cambiando de tema, feliz año 2012.


domingo, 21 de agosto de 2011

I Encuentro Sioux (V Encuentro Bloguero) del occidente asturleonés



Pico Coronzo y valle del río Ibias desde el hórreo de Casa el Xastre

Todos los encuentros de blogueros del Lejano Oeste asturleonés han tenido la suerte de ser disfrutados en entornos de privilegio, tanto naturales -como Fonduveigas, Xedré/Gedrez o Villardecendias- o urbanos -como la preciosa ciudad de Logroño-. El V Encuentro de Chiflados del remoto culo del mundo -con perdón- fue también el primero ubicado dentro de la Reserva Natural Integral de Muniellos, o como alguno malinterpretó, de la Reserva del Pueblo Sioux, con las consecuencias de indumentaria que luego eso trajo consigo.

Vista completa del hórreo, con la sierra de Trabáu al fondo

Para los que no hayan oído hablar del bosque de Muniellos, les informaré de que es el mayor robledal de Europa occidental (dentro de los bosques de roble bien conservados) y que el acceso está restringido a 20 personas por día, que pueden realizar a pie un itinerario circular hasta las preciosas lagunas de Muniellos (increíblemente grandes para la altura a la que están, comparando con lo que es habitual en la zona) o bien realizar el tramo más corto del circuito hasta las lagunas, volviendo por el mismo sitio. Hay excepciones a esta restricción de acceso, porque hay dos aldeas dentro de los límites de la reserva, a las que sí se puede acceder de forma libre, por carretera (La Vilietsa / La Viliella) o por pista de tierra (Valdebueis / Valdebois / Valdebueyes). Estas dos localidades están situadas fueran del valle de Tablizas, que es donde se realiza el circuito a pie con el tope de 20 personas por día, pero aún así, la belleza del entorno de ambos pueblos es excepcional, con una masa de bosque que ocupa casi la totalidad del territorio circundante.


Pinturas de guerra

Gran jefe de tribu vecina tomando agua de fuego



Agua de fuego ser cosa muy mala con estómago vacío

El encuentro de blogueros se realizó en la Vilietsa, pueblo natal de Manolín de Casa el Xastre, autor de un cultivado y minucioso blog sobre su tierra y que fue el anfitrión de este encuentro (siendo María del Roxo la promotora de los tres primeros y José de Mingo el del cuarto). Su papel de organizador y la carga de trabajo fue compartida por miembros de su familia, como su hermana, cuñado y su madre.


Flora, magnífica anfitriona

En cuanto a lo meteorológico, al bochornoso calor inicial, más propio de los trópicos que de Asturias, siguieron los sonidos de los truenos, alguna gota de agua, y algo menos de calor para concluir la jornada.

El paradisíaco entorno de La Vilietsa

Los primeros asistentes en acudir a La Vilietsa fueron unos extraños sujetos ataviados con tocados de plumas, tomahawks e incluso carcaj con flechas -o eso intentaban parecer- de madera de avellano -no sé si habrá avellanos en las grandes praderas de USA) y no con muy buenas intenciones, a juzgar por las pinturas de guerra que adornaban sus furibundos rostros. A pesar de las instrucciones previas del anfitrión de que era sumamente complicado aparcar en las proximidades de la Casa del Xastre, unos ibienses, con El Chapras al volante, llegaron hasta el mismísimo hórreo montados en su vehículo (hay que indicar que El Chapras en su Nissan es como Alberto Contador con las dos ruedas cuando ve una cuesta -se emociona, el hombre-). Habiendo pasado lista de asistentes (hubo algunas bajas importantes), los allí reunidos se lanzaron como posesos sobre un buen número de botellas de sidra, con el estómago aún vacío y con lo que eso supone, a lo que siguió una opípara comilona (con muchos encuentros como éste no vamos a llegar a los cien años de edad) aliviado posteriormente por un paseo en ascenso permanente que ayudó algo a bajar la comida.


Guerrero de tribu ibiense sin identificar, echando un vistazo a la cabellera de un asistente próximo e imaginándosela colgada de la puerta de su tienda

Un servidor abandonó el lugar antes de que aquello se convirtiera en un desenfreno impropio de gentes de edad ya respetable (he oído que hasta bailaron), así que el relato de lo que ocurrió a altas horas de la madrugada (ésas en las que las personas decentes dormimos como benditos) tendrá que correr a cargo de otros de los asistentes al encuentro.


Remo, un mastín lacianiego en tierras cabreiras

No estoy al tanto de todas las viandas que aportó cada uno pero, como siempre, hubo comida para el triple de los asistentes presentes. Por supuesto, esa noche ya no hubo quien tuviera sitio para la cena.

Lugar donde los guerreros de La Vilietsa adoran al Gran Espíritu. Algunos guerreros de buen vivir abandonan el lugar antes de que el vicio y la podredumbre se apoderen de los corazones del resto de asistentes

Nota: esta versión del encuentro bloguero es totalmente parcial y subjetiva. Se espera que en cuanto el resto de asistentes concluya sus días de vagancia veraniega, se añadan distintas versiones de los hechos en los respectivos blogs, como autor o comentarista.

domingo, 20 de febrero de 2011

Noticia de prensa. Hallazgo en Laciana


Foto del artículo de prensa

Aparecía hoy en un periódico leonés una noticia sobre el descubrimiento de una nueva planta desconocida hasta la fecha, y localizada en los abedulares de Laciana. Os dejo aquí la noticia http://www.la-cronica.net/2011/02/20/leon/los-abedulares-esconden-una-nueva-variedad-de-diente-de-leon-112999.htm

domingo, 8 de agosto de 2010

III Sarao Bloguero del Lejano Oeste


Escuela de Villardecendias (Ibias), sede del III Sarao Bloguero

No tuve excusa que valiera para dejar de asistir al III Sarao Bloguero del Lejano Oeste (astur-leonés), y por aquellos andurriales dejados de la mano de Dios del Villardecendias ibiense hube de dejarme caer. No soy yo muy de jolgorios, fiestas, muchedumbres y gentíos, como tampoco de cuchipandas y maratones culinarias, pero había que acudir, y máxime cuando los anfitriones eran nada menos que los amigables vecinos del Villar, uno de los pueblos más recomendables de visitar de Ibias.


La escuela -cerrada hace más de veinte años- es un lugar espartano, pero con el encanto de las viejas casas de pueblo

La asistencia pulverizó en número el registro conseguido en anteriores encuentros, con la mayor presencia lacianiega hasta la fecha (cuatro representantes). No voy a extenderme en detalles concretos sobre el desarrollo del encuentro, convocado por María del Roxo, y que ya se encargarán de contar otros. Hubo de todo en las ocho horas de confraternización, sobre todo comida -once tortillas de patata para veintiséis comensales- y más vino y sidra de la que fuimos capaces de tragar, así como bastantes risas por diversas ocurrencias de la organizadora. Y tuve ocasión de conocer por fin en persona a José de Mingo, el pionero de los blogueros del Lejano Oeste, y que vino expresamente desde La Rioja, con su mujer Lourdes, al encuentro.


No hizo falta colgar nada del perchero, porque el célebre sol de Ibias -el sol de Asturias- nos atizó con ganas

Impecable el trabajo y admirable el esfuerzo de la familia Suárez para acondicionar la vieja escuela de Villardecendias para el encuentro bloguero, y por los preparativos para la comida, que eran para cincuenta personas más que para veintiséis, con todo el esfuerzo que eso supone. Y como siento una especial debilidad por los que trabajan duro y no buscan reconocimiento público a sus esfuerzos -cuánto mejor iría el mundo si todos fueran así-, quiero hacer aquí un homenaje a Gonzalo de Suárez, bloguero de Villardecendias, anfitrión y amigo, y ¡cómo no!, a su mujer Berta, trabajadora infatigable hasta unos extremos que nos os podéis hacer idea, y con una capacidad de trabajo y abnegación que si las tuvieran nuestros políticos, otro gallo nos cantaría. Además, lacianiega de Caboalles del Medio -aunque no lo encontréis en los mapas, os aseguro que existe-.


Berta preparó un asiento distinguido para la Marquesa de la Viña, que no deposita sus posaderas en una vulgar silla, como el resto de plebeyos y chusma del populacho que asistimos

Las fotografías son todas previas al encuentro, cuando el silencio de Villardecendias impregnaba el lugar. Del ruido y el estrépito posterior ya veréis las fotos en los blogs de la competencia...


La privilegiada panorámica de Pena Rugueira, montaña más alta de Ibias, siempre presente desde Villardecendias



Nota: si no está visible la opción para dejar y ver comentarios, pulsa en el título naranja de este reportaje y ya podrás hacerlo.


miércoles, 12 de agosto de 2009

I Encuentro de Globeros del Lejano Oeste


Un encuentro de Globeros cualquiera

Pues sí, como veo que nadie (unos porque están en huelga de teclado caído por las vacaciones, y otros por la razón que sea) publica nada al respecto, y sé que hay más de un internauta expectante por saber si al final tuvo lugar - y qué rayos sucedió - en el encuentro de globeros del Lejano Oeste que organizó María del Roxo, voy a romper el hielo. El encuentro se realizó, aunque hubo modificaciones al programa previsto. El temor previo era sobre si la sombra de los árboles en el área recreativa Los Molinos de El Rebollar sería suficiente para aminorar el calor, si es que éste iba a ser uno de esos días en que pega a gusto. Pero en ese respecto, no hubo problema. Más bien, el problema fue todo lo contrario: que hizo demasiado frío como para plantearse siquiera asomar por allí para el almuerzo. Y encima, orbayando de vez en cuando, para empeorar las cosas.


Dos asistentes al I Encuentro Globero del Lejano Oeste

Los más madrugadores fueron María I. y sus acompañantes (marido, hermano y cuñada), que llegaron media hora antes. Poco después aparecieron el Bandido de Tormaleo, la Marquesa, Ángel, María del Roxo, el Xastre, un servidor y el Tsobu de Laciana. A continuación, Eminosuke, Carlos de Sebastián y acompañante. Algo después, Gonzalo y su mujer. Y debido a que se les había escapado el perro, tardaron algo más Suso y Noé. Se lamentó la ausencia forzosa de José de Mingo, El Chapras y Mari, El Bao, Rosa Cunqueira y Victorino, Eustaquio, Rinubeiru, o El Trasgu de Cadavín. Bastante suerte hubo que pudieron estar casi todos los que tenían que estar. María I. venía nada menos que desde Alicante sólo para el encuentro globero, lo que es muy de agradecer.


Varios de los globeros posaron con el célebre sombrero de María del Roxo

No sé por parte de los demás, pero yo me llevé grandes sorpresas al ver el envoltorio físico de algunos de los personajes virtuales que conocía desde hace algunos meses. Sorpresas del tipo de que cuando esperaba encontrarme a una persona joven me encontraba a alguien cuarenta años mayor o todo lo contrario, como ese paisano con bastón y achaques que estaba convencido que iba a encontrar, que resultó ser un chico de treinta y tres años. En fin, divertidas sorpresas. También las personalidades diferían bastante en algunos casos. Algunos de breve texto en internet luego en persona no callan, y viceversa. No voy a dar detalles, porque el precio para descubrirlo consiste en acudir a los próximos encuentros.


Todos los asistentes llevaban una etiqueta identificativa con su nombre impreso. Estaba terminantemente prohibido el anonimato, bajo pena de cincuenta latigazos

La jornada fue realmente entrañable. El ambiente, magnífico. La meteorología exterior, horrorosa. Tanto, que gracias a los dueños del bar de Fondos de Vega (Fonduveigas), que nos dejaron el salón de su magnífica y recomendable casa rural contigua, pudimos celebrar la comida bajo techo. No llegábamos a veinte personas, pero había comida y bebida para cuarenta. Algunas empanadas y tortillas hicieron el camino de regreso a casa casi enteras. La tortilla de patata del Xastre (aunque habrá que decir que no la había hecho él - lo siento, Manolo, soy un chivato-) desapareció en breve. La mía, en cambio, que no es porque la hiciera yo, pero era magnífica, quedó sin tocar, aunque más tarde, como luego contaré, hubo ocasión de dejar el plato limpio. El bizcocho de Rinubeiru, que no pudo asistir con el Tsobu, perdió volumen en un momento, pero también hay que decir que bizcochos como ése son de premio gastronómico.


Rinubeiru no pudo acudir al evento, pero nos envío a través del Tsobu este suculento bizcocho



Estoooo..., ¿a que tiene buen pinta? Pues la hice yo, pero había tanta comida en la mesa (otras dos tortillas de patata) que casi vuelve enterita a casa. La visita a Cai Sebastián y la necesidad de algo sólido para acompañar la sidra supuso su fin

Las casi seis horas que permanecimos sentados en Fonduveigas pasaron volando, pero ni siquiera fue suficiente, porque los asistentes (salvo alguno que tuvo que partir por motivos familiares) querían más guerra. Eminosuke ofreció una visita a su casa de Degaña, donde correría libremente la sidra, y todos los que aún quedaban allí se apuntaron prestos. En varios coches, pero sin llegar a causar embotellamiento, partió la comitiva hacia la capital del concejo. Allí, en el corral, los culines de sidra se multiplicaban, la tortilla del que suscribe, con una rodaja de pan por cabeza, se volatilizó, y no hubo más remedio que partir cuando ya se estaba echando la noche encima, y algunos ya empezábamos a tiritar de frío.

Uno de los globeros (blogueros) escanciando sidra en Cai Sebastián, de Degaña

Dado que la mitad de los asistentes al encuentro reside en Madrid, se propuso hacer un futuro encuentro en el restaurante Encinas Menú de María I. También María del Roxo ofreció un amagüestu en la cocina vieja de A Casa del Roxo. Ya se verá. Los asistentes quedamos muy contentos con la experiencia y con el hecho de haber puesto cara a los que ya eran amigos virtuales, y que ahora lo serán reales.

Ah, y otra cosa, si hubo unanimidad en este encuentro globero para condenar algo o a alguien, eso fue a las actividades tenebrosas del principal delincuente de nuestro territorio, que no es otro que D. Victorino Alonso, el Señor Oscuro, o como la mayoría de asistentes nombró, Don Vito. Se oyeron por allí historias espeluznantes y los globeros de Degaña intercambiaban con los de Ibias y Laciana su versión territorial de las barbaridades del empresario minero. Y es reconfortante que entre tanta gente de bien como acudió al encuentro, el veredicto final sobre las actividades del mafioso del carbón sea idéntico. Es un espaldarazo para los que luchan por la justicia ver que detrás de ellos hay un núcleo de población que tiene las ideas muy claras, aunque sea de momento pequeño (el resto, o tiene miedo o está atado laboralmente al Monstruo).


Un buen porcentaje de los asistentes al encuentro son vecinos de la parroquia de Tormaleo, donde tienen que convivir con esto, a cien metros de distancia de sus hogares. Mina a cielo abierto de Tormaleo, por obra y gracia de D. Victorino Alonso García


Hermosos pueblos del hermoso concejo de Ibias, arruinados paisajísticamente por la minería a cielo abierto. En la foto, Villares de Arriba, con la mina, ya abandonada, y según el empresario minero, "con el terreno restaurado". ¡Hay que joderse!

Algunos de los que hemos realizado blogs o comentamos en blogs vecinos, tuvimos en un principio muchas dudas sobre si hacer alguna de las dos cosas. Eso de escribir y que te estén leyendo desde todas partes produce al principio un poco de temor, casi tanto como tener que hablar en público. Dimos el paso, y poco a poco, vimos que no era para tanto, y ahora ya escribimos y comentamos con la mayor naturalidad, algo que antes parecía todo un mundo. Gracias a eso, hemos entrado a formar parte de este micromundo, en el que la mayoría nos interesamos por la cultura, la naturaleza y el desarrollo de nuestras comarcas. Donde no había nada, ahora hay un grupo de personas unidas y compenetradas que comparten opiniones, ideas e incluso proyectos. Comarcas como Laciana, Degaña o Ibias, que si aparecen en los mapas es casi por caridad, ahora, gracias a algunos de sus ciudadanos, que con frecuencia han tenido que emigrar y escriben desde la gran ciudad, van empezando a sonar. No es mucho, pero es algo donde antes no había nada. Todo ello con un medio gratuito y sin ánimo de lucro, como son estos blogs. Damos una parte de nuestro tiempo semanalmente para ofrecer algo al resto de blogeros y al resto del mundo. Algunos comentaristas se han terminado contagiando y, o han hecho su propio blog, o lo tienen en mente. Blogs como el de María del Roxo se han convertido en un punto de encuentro virtual donde asiduamente los visitantes se asoman para ver qué hay de nuevo, como a su serie de televisión favorita, y a ver los comentarios y la conversación que se crea entre sus seguidores.

Hay muchos lectores de estos blogs que son asiduos, pero que no se han atrevido aún a comentar. Puede parecer para el observador recién llegado que siempre comentan los mismos y que es un grupo cerrado, pero la prueba de que esto último no es así es que la mayoría de los que acudimos a este encuentro no nos conocíamos de nada, de ahí las sorpresas al ver cómo realmente éramos en persona. Algunos comentaristas se incorporaron al poco de crearse un blog y ya están familiarizados entre sí, pero otros se sumaron sobre la marcha, y en pocos días se encontraban perfectamente integrados. No hace falta ser un filósofo o un literato para dejar un comentario. Un comentario sincero o dejado con el corazón es más valioso que uno elaborado o ingenioso. No son blogs para dejar a la gente con la boca abierta, ni de un nivel cultural reservado para la élite intelectual. Contamos cosas sobre nuestras comarcas: unos sobre etnografía, otros sobre costumbres, otros sobre la fauna o la flora, sobre las gentes de sus pueblos, o sobre las montañas y las rutas a pie.


Uno de los extremos de la mesa, donde convivían pacíficamente súbditos de Degaña, Laciana e Ibias

Entre los habituales de estos blogs y los que asistieron al encuentro hay representantes de todos los sectores de la sociedad (ex-mineros, docentes, ganaderos, oficinistas, psicólogos, comerciantes, funcionarios, empleados de todo tipo...). Todos hemos conectado con todos y ha fluido la conversación y la complicidad. Unos hablaban, otros escuchaban, nadie miraba el reloj. Ha sido una gran idea este I Encuentro de Globeros (Blogueros) del Lejano Oeste. Que haya muchos más.


Otro encuentro globero (escritores de globs)

P.D. Todas las fotos de este reportaje (menos las de los globos) son gentileza de María del Roxo - la promotora de este encuentro- , y se pueden ver en este enlace de Flickr




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miércoles, 15 de abril de 2009

Mapa general del Alto Sil


Pulsar en la imagen para que se amplíe el mapa y pueda ser legible

El concepto del Alto Sil es demasiado nuevo para la mayoría de la gente, incluso local, que no sabe muy bien qué delimitación tiene. Para la gente de las comarcas próximas, Laciana, - que es la mitad norte del Alto Sil - no necesita carta de presentación. Saben que es el valle donde se encuentra Villablino. Otros que conocen bien Laciana han oído hablar de Palacios del Sil pero, al encontrarse fuera de su ruta habitual, o no lo sitúan bien, o no conocen más que las poblaciones del municipio que yacen junto a la carretera de Ponferrada a Villablino.

Algún comentador del blog, como María del Roxo, me sugirió la posibilidad de añadir un mapa general del Alto Sil, para ayudar a situar las rutas que se van detallando en este blog. La idea ya pasó por mi cabeza hace unos meses, pero terminó concretándose en los pequeños mapas de zona que ya incluyo al final de la descripción de cada ruta. Pero efectivamente, el que no conoce Salientes o Tejedo del Sil, por ejemplo, echa en falta un mapa más global que el del entorno del pueblo para saber concretamente por qué aguas del Alto Sil navegan esas montañas.

Así que ahí va. El mapa venía incluido en un archivo pdf editado por la Junta de Castilla y León, y que ahora ya no está disponible en internet. He añadido el pueblo de Cuevas del Sil, del que no aparecía el nombre en el mapa original. Según vaya encontrando ese valioso tesoro llamado Tiempo Libre, iré añadiendo al mapa las rutas del blog.


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martes, 24 de febrero de 2009

Cortines o cortinos


Uno de los cortines más visibles y conocidos de Matalavilla

Quizá algún lector de este blog que no conozca estas comarcas se haya encontrado en alguna ocasión durante alguno de los textos con la palabra cortín, sin saber a lo que me estaba refiriendo con ella. Pues bien, los cortines o cortinos son unas estructuras arquitectónicas que solamente se encuentran en el oeste de la provincia de León y Asturias, así como el este de la de Lugo. Se construían para proteger las colmenas de los ataques de los animales - especialmente del oso -. Cuando se les llama cortines/os tienen forma circular o semicircular. Existen otras construcciones cuadradas o rectangulares que reciben el nombre de talameiros, aunque de éstos no he visto ninguno en el Alto Sil. No soy experto en cortines, pero es un elemento que siempre me llamó la atención, y que creo que no es lo suficientemente valorado como parte del patrimonio de nuestra tierra. Por ello, aquí van unas líneas generales sobre ellos, que como mínimo espero que sirvan para la difusión de su existencia.


No, no es un cortijo. Es un cortín encalado en Santa Cruz del Sil


Éste, con puerta metálica, como la de un jardín. A éste entraría el oso a la pata coja. Y no anda precisamente lejos. También en Santa Cruz del Sil


Mismo cortín, otra toma. Tiene hasta jardín y barandilla. Como los de Ibias, vamos

En Asturias, una gran parte de los cortines no tienen puerta. Algunos incluso conservan la escalera de madera que se utiliza para subir al muro y descender a continuación con ella hacia el interior. En cambio, en el Alto Sil, la mayoría sí tiene puerta para entrar. Es curiosa la ausencia total de cortines en zonas tradicionalmente oseras como son Laciana o el valle de Fornela. Abundan, en cambio, en Palacios del Sil, Páramo del Sil o Vega de Espinareda. Aún recuerdo una charla que dio sobre los cortines Ernesto Díaz Otero, en el que mostraba una diapositiva con un mapa esquemático de la provincia de León, donde la mayor concentración parecía estar entre Vega de Espinareda y Ancares.


Cortín abandonado en Páramo del Sil, junto a las encinas

En el Alto Sil, el grueso de este tipo de construcciones se encuentra en Matalavilla y Susañe del Sil. Hay dos próximos a Palacios del Sil, dos en Valseco, y varios entre Salentinos y Páramo del Sil. La mayoría están en ruinas, y encontraremos imágenes singulares de cortines al borde mismo del agua del embalse de Matalavilla, otro cortado casi por la mitad por la carretera que entra en Páramo del Sil, o uno que milagrosamente se va librando de la demolición en la cantera entre Páramo y Corbón del Sil.


Otro cortín de Páramo del Sil, con forma de elipse y mucha superficie interior

A pesar de las medidas de protección intrínseca del cortín - anchas lajas en los altos muros sobrasaliendo hacia afuera para impedir que el oso trepe por ellos - el úrsido a veces se las ingenia para llegar a las colmenas y hacer el gran destrozo. A veces, la propia Fundación Oso Pardo regala pastores eléctricos para añadir más defensas a los cortines.


Otro conocido cortín de Matalavilla, junto al camino hacia Braña Seca

Pedir la protección y la conservación de estas construcciones supongo que es un poco como hablar con un muro de hormigón y pretender que se mueva de su sitio y eche a andar. Algunos cortines seguramente tienen varios cientos de años y son los elementos más antiguos que se conservan en una determinada zona. Como explicaba muy bien aquel día Ernesto en su exposición, la construcción de un cortín tenía una cierta ciencia. Los cortines se encuentran, por lo general, en laderas mirando al sur o muy soleadas hacia el este o el oeste. Siempre en cotas no muy altas, por debajo de los mil metros de altitud. Se construían frecuentemente en las proximidades de pedrizas de donde extraer la piedra para su construcción. Antes de emprender la ardua tarea de edificar una estructura de éstas, y más teniendo en cuenta los medios que había en aquella época, convenía hacer un estudio de viabilidad previo, ya que no estaba la cosa como para trabajar por amor al arte. Si las colmenas salían adelante en aquel lugar, ello significaba que sí se podría construir allí el cortín. Además, había que calcular que la altura de los muros no impidiera que la luz del sol incidiera directamente sobre las colmenas. Por ello, en las zonas menos soleadas, era primordial que el suelo del cortín estuviera en fuerte pendiente.


Embalse de Matalavilla. Hay otro cortín próximo en situación similar

Sería interesante que alguna de las administraciones pusiera algo de su parte para que los cortines, tanto los que aún siguen en uso como los que ya dejaron de estarlo pero que pueden ser recuperables, no se pierdan para siempre. Está en juego una parte importante del patrimonio arquitectónico tradicional de algunas de las comarcas más interesantes de nuestra geografía.


El cortín de Castro, donde consiguió penetrar el oso hace unos años


El cortín de Palacios del Sil, que suele pasar bastante inadvertido



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lunes, 16 de febrero de 2009

María del Roxo y el Concejo de Ibias


Mural a la entrada de Villaoril pintado por María del Roxo. Detrás, el pico Candanosa (1.677 m.), el más alto de la Reserva de Muniellos. Las siluetas corresponden a habitantes del pueblo

Había estado pensando en un nombre para esta entrada de hoy. En un principio iba a llamarlo simplemente 'Ibias'. Alguno, al leerlo, podría haberse preguntando '¿Ibias?, ¿solamente eso?'

Pues nada menos que eso. Ibias.


Al final, me vino a la mente que uno de los escritores favoritos (eso dice en su blog) de María del Roxo es Roald Dahl. La obra más conocida de Dahl es Charlie y la fábrica de chocolate. Aunque no conozco la historia ni he visto la película, y no sé si la relación entre Charlie y la fábrica es equivalente con la que existe entre María e Ibias, se me ocurrió adaptar el título de mi post a aquél otro.


Vista hacia el límite con León desde Villaoril. De izqda. a dcha., Pico Fas (1.865 m.), Turrunteira (1.935 m.) y Peña Rogueira (1.946 m.)

IBIAS.

Ibias, el destino más temido por los maestros asturianos. Ibias, que equivale a ser destinado a Fort Apache, al fin de la tierra conocida y civilizada. Más allá, la nada.

Prejuicios, desconocimiento, miedo a la soledad...


Pues sí, Ibias es soledad. Es estar a solas con uno mismo, sin escapatoria posible. Es ésta la única vía posible para poder conocerse, para explorar la propia alma. Recorrer Ibias es recorrerse a uno mismo. Es un viaje crudo, seco, áspero, en carne viva, pero es necesario hacerlo alguna vez.


La cara norte del Turrunteira

Ibias siempre me impresionó. Sentí miedo recorriendo a solas sus montañas. La sensación de aislamiento en Ibias es sobrecogedora. Me sentía fuera del mundo. Frágil, desvalido, solo. Pero también me sentía vivo, increíblemente vivo. Me acostumbré al miedo, a la soledad, y me sentí más vivo que nunca. Ibias te remueve por dentro, te retuerce las entrañas. Ibias es salvaje, es lo más salvaje de España.


Corredor de casa de Villaoril

Hace muchas décadas, Las Hurdes era un término sinónimo de aislamiento, de lugar remoto y dejado de la mano de Dios. Porque era exactamente así. Aún hoy, muchos viajan a Las Hurdes buscando esa magia de lo lejano, de lo aislado, de lo incomunicado con el mundo exterior. Pero Las Hurdes ha cambiado. Tiene buenos accesos, ya no está tan lejos de la ciudad más grande de España, la que escupe más gente los fines de semana, los puentes y las vacaciones. Aún hay quien busca con el objetivo de su cámara a la anciana de pañuelo en la cabeza. Dudo que queden muchas. Es una especie en peligro de extinción, a la que, como al urogallo cantábrico, le quedan dos telediarios.


Casas de Villaoril. La de la izquierda, con un corredor de entablillado tradicional

Posteriormente, el título de comarca remota pasó a La Cabrera, esa comarca leonesa que linda con la provincia de Zamora. En La Cabrera, las montañas son aún más altas que en Las Hurdes, sobrepasando en varios puntos los dos mil metros de altitud. Las comunicaciones son más complejas, por su orografía mas enrevesada. Ramón Carnicer escribió en 1964 'Donde Las Hurdes se llaman Cabrera'. Sabía bien de lo que hablaba. Al igual que en la otra comarca extremeña, las cosas han cambiado en La Cabrera. Para bien y para mal. Llegaron los buenos accesos, ...para dar acceso a las canteras de pizarra. Esas canteras de pizarra que crean empleo, pero que no hacen despegar el número de habitantes de esos pueblos, medio vacíos ya. Esas canteras que están dilapidando el valor paisajístico (el poco que quedaba después de tanto incendio) de la comarca. Pero la vegetación e incluso el bosque vuelven a brotar tras un incendio; los cráteres lunares que están dejando las canteras, la van a dejar llagada y rota para siempre. Ése es el 'desarrollo sostenible' que nuestros políticos ofrecen a muchas comarcas de España. De momento, crear empleo destruyendo el medio. Cuando el medio no rinda más, se acabará el empleo y el medio natural. No quedará NADA.


Escudo familiar en la fachada de A Casa del Roxo

No conozco toda España, pero creo que tengo referencias generales de toda ella. Y tengo la clara impresión de que el título de comarca remota y anclada en el tiempo lo comparten hoy en día tres comarcas asturianas: Grandas de Salime, Allande e Ibias. Conozco poco las dos primeras, pero lo suficiente para saber que aquello está lejos de todas partes, que casi nadie pasa por allí como el que no quiere la cosa. A Grandas y Allande hay que ir ex-profeso. No se cruza sin querer. Oviedo y Gijón no son ciudades muy grandes. No sueltan ni la décima parte de gente que sueltan Madrid o Barcelona. Ésa es otra razón para que su aislamiento permanezca.

Hoy me voy a ocupar solamente de Ibias.

Ibias no linda con el Alto Sil. Por medio está Degaña. Ibias tiene poco que ver con el Alto Sil. Compartimos a Victorino Alonso, al oso pardo cantábrico, quizá a algún urogallo que cruce desde Degaña, y poco más. Los pueblos son muy distintos y su distribución también lo es. Las montañas son diferentes, muy pizarrosas allí y de formas diferentes.


Parreiro (pajar) de Villaoril

Para ir a Ibias desde el Alto Sil hay que cruzar Degaña. Degaña es de una belleza abrumadora. La he cruzado docenas de veces y aún se me sigue quedando la boca abierta al atravesarla. Si Degaña fuera mujer, diría que me quita el hipo. Muchos asturianos la desconocen, y no saben que se están perdiendo uno de los tesoros mejor guardados de Asturias, parafraseando el título de un libro de fotografías que salió hace algunos años sobre esta comarca.


A Casa del Roxo

La belleza no entiende de límites de términos municipales. Una parte de la belleza de Degaña se derrama sobre Ibias. Sus bosques, sus espectaculares montañas. Esta belleza sublime y al mismo tiempo clara y explícita llega justo hasta Villaoril, el cuartel general de María del Roxo. A partir de Villaoril el paisaje cambia. Las montañas se suavizan, desaparece el bosque...y llega la muerte. Allí, Victorino Alonso también se muestra como es: despiadado, chulesco, arrogante, prepotente, despreciando la ley y las sentencias judiciales. La mina a cielo abierto de El Feixolín en Laciana es una anécdota al lado del cielo abierto de Tormaleo, en Ibias. Aquello es una aberración. Cuando lo veo deseo escupir en el suelo, levantar la voz y maldecir en voz alta el nombre del responsable de aquello y de los que lo toleran. La mina a cielo abierto de Tormaleo es nuevamente el 'desarrollo sostenible' que ofrecen los políticos. ¿Para qué pensar? ¿Para qué dedicar tiempo a buscar otras soluciones, pequeñas y múltiples soluciones, cuando con una sola se mantiene parcialmente el empleo en la comarca? Total, para cuando se acabe el carbón, ya ni estaremos en el cargo. Que arreen los que vengan detrás. Pan para hoy y muerte por inanición para mañana.


Mina de carbón a cielo abierto de Tormaleo. Obra del de siempre: D. Victorino Alonso García



Si los faraones Keops, Kefrén y Micerino levantaran la cabeza y miraran hacia Tormaleo, se sentirían como un niño con un castillo de arena en la playa. Esta pirámide de estériles se la ha sacado de la nada D. Vito (Corleone)

María del Roxo contribuye con los breves textos (tres o cuatro a la semana) de su blog El Lejano Oeste a la difusión de Ibias, mucho más de lo que lo pueda hacer cualquier politicucho de la capital que cuenta con los medios económicos y el personal suficiente para hacerlo. Desconozco las razones de María del Roxo. Imagino que será parte por afición a la escritura, y parte por altruismo. Los porcentajes no los sé. Igual ni los sabe ella misma. No importa. Lo importante es lo que se ve.


Villaoril

Ibias necesita recuperar la autoestima. Ibias se sabe el fin del mundo. Ibias tiene que sentirse orgullosa de ser Ibias. Y gente como María del Roxo son la palmadita en la espalda que mucha gente necesita para poder sonreir.

Ayer fuimos a Villaoril. Necesitábamos saber si María del Roxo es de carne y hueso, si es un buen programa informático capaz de imitar sentimientos, o es simplemente el espíritu de Ibias en formato virtual. No estaba. Tampoco era importante. Supimos que existía y que era real. Una vecina del pueblo que a veces vive con su hija en Laciana nos dijo:

- María es increíble. Esa chica vale para todo.


Cara norte de Peña Rogueira

El pueblo de Villaoril, como casi todos los de Ibias, es hermoso. El conjunto de sus casas es muy homogéneo y conserva antiguos elementos de arquitectura tradicional. La vista panorámica es impresionante: de un lado, al sur, las caras norte de Peña Rogueira y Turrunteira; al norte, el pico Candanosa, el más alto de la Reserva de Muniellos. En derredor, prados verdes en fuerte pendiente en las laderas de Llanelo y Villarmeirín. Bajo el Candanosa, Villardecendias, otro pueblo interesante. ¡Qué magnífico lugar para obtener la inspiración necesaria para escribir cosas hermosas!


Valle que se dirige hacia las cumbres nevadas de la Reserva de Muniellos

Es un privilegio poder tener una casa en Ibias. En muchos países europeos matarían por poder llevarse un pedacito de Ibias a su territorio. Allí se quedaron sin sitios así hace ya cien años. Pero aquí no se valora. Ibias no tiene discotecas, ni lugares de ocio, ni cines, ni apenas bares. Ibias es naturaleza, es los cielos más azules de Asturias, es pueblos de oscura piedra que parece que no han visto pasar las décadas. Y luego está su magia. No se ve, pero se percibe. Para ello es necesario conectar con ella, y eso requiere ir con la mente en blanco, vacía de ideas y pensamientos. Ir con el corazón.


En el límite con Degaña, Ibias alcanza su mayor espectacularidad

Si tú, lector, has sido capaz de llegar hasta este último párrafo, es que piensas de una manera parecida a como lo hago yo. Te voy a confesar un secreto: llevo años diciendo, medio en broma, medio en serio, que algún día me voy a retirar del mundo y me refugiaré en Mongolia o en Ibias. Como supongo que es más fácil comunicarse con la gente en Ibias (aunque nunca se sabe), imagino que éste será el lugar donde terminaré. Es un sueño, y los sueños a veces no se cumplen. Ibias es mi lugar de ensueño. El progreso, en nuestro país, destruye a la par que moderniza. Ibias necesita progreso, necesita infraestructuras, necesita habitantes. Pero necesita conservar su magia. El progreso es un arma de doble filo, y si no se toman las precauciones necesarias, el encanto de Ibias, que es lo único que puede ofrecer al mundo, morirá. Espero que si algún día consigo mi sueño de vivir en Ibias, Ibias sea igual que fue cuando generé ese sueño. Por eso, aunque quiero dar a conocer Ibias, y que Ibias reciba el reconocimiento que se merece, siento deseos por otro lado de guardarme para mí el secreto de su existencia. Con ese motivo te pido, amigo, que sólo le hables de Ibias a aquellos que sean merecedores de oir hablar de ella. Que Ibias sólo reciba a los mejores visitantes, a aquellos que puedan valorarla y amarla.


No es un 'adiós', es un 'hasta luego'. Hasta luego, Ibias, amiga.

Que Ibias siempre siga siendo Ibias.



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