viernes, 18 de septiembre de 2009

El ejemplo de Sosas de Laciana


Chozo tradicional restaurado junto a las charcas de Valbuena, entre el valle de Sosas y el de San Miguel de Laciana

En el valle de Laciana hay dos pueblos ejemplares en cuanto a la conservación de su patrimonio natural y arquitectónico, que son Robles de Laciana y Sosas de Laciana. No quiero decir con ello que en los otros pueblos no haya destellos de buen hacer, asociaciones o particulares que no se esfuercen también en mantener lo que han heredado de sus antepasados.

Otra de las diferencias de estos dos pueblos con otros del valle -en este caso los que poseen carbón en sus terrenos-, es que tanto Sosas como Robles son dos huesos duros de roer para el empresario minero, acostumbrado como está él a conseguir, a la primera de cambio, sus objetivos a base de talonario. Aunque en los dos pueblos hay quien estaría dispuesto a ceder a los afanes del mafioso, una mayoría de vecinos mantiene a raya, de momento, a Victorino Alonso, y eso se nota en el paisaje. Aunque en Robles la destrucción estos días de atrás ha tenido otro nombre, que es el del enemigo Fuego, que ha calcinado el robledal -ya se estaba volviendo un buen bosque- por encima del pueblo. Pero eso es harina de otro costal. Esperemos.


Cabana con techumbre vegetal en las brañas de Sosas de Laciana

En muchas ocasiones, cuando voy por zonas de alta montaña en esta comarca y en cualquier otra, y me encuentro las ruinas de un chozo, no puedo dejar de pensar lo útil que éste sería como refugio de fortuna simplemente con que tuviera una cubierta de escoba que protegiera de la intemperie. Una tormenta eléctrica, una ventisca, un caer la noche cuando no debiéramos ya estar en los altos, o simplemente un percance físico que nos ralentice excesivamente la marcha, en condiciones normales en la mayoría de estas montañas supondría un serio problema. Un chozo que en la mayoría de los casos utilizaría en beneficio propio el ganadero o pastor que circulara por aquellos andurriales, pero que sería de uso universal. Un chozo que cuesta poco dinero y trabajo poner en pie, que requiere mantenimiento escaso y muy de cuando en cuando, y cuyos beneficios -los que he citado más arriba- amortizarían la inversión en muy poco tiempo.


Cornón (2.188 m.) desde la Chagunona, todo ello en el valle de Sosas de Laciana

¿Por qué solamente en un pueblo de todo el valle de Laciana ha surgido esta lógica ocurrencia? No estamos hablando de refugios en la base de la montaña, que ya los hay (Brañas de Orallo, Braña de Cuvacho, Valdepila) sino en zonas más altas, donde realmente estamos alejados de las principales pistas o accesos. Como los chozos del valle de Sosas, que cuenta ya con cuatro, tras el reconstruido este mismo verano. Podemos leer la noticia en la prensa leonesa pulsando aquí.


Chozo restaurado en Vildeo, en la ladera del Muxivén (2.027 m.)

Aún no he visitado este último, que para ser exactos no sé aún dónde está situado, porque lo que es tiempo, no tengo últimamente ni para escribir en este blog. De los otros tres, que he ido visitando a lo largo de estos últimos años, si tengo fotografías. Uno de ellos, el de Las Crespas, ya aparecía en un reportaje de hace unos meses. Es éste el primero de los tres que se rehabilitaron, por el color de las escobas que lo teitan. Posteriormente se haría el de Vildeo, a mitad de ladera de la cara oeste del Muxivén. Y el tercero, en Valbuena, lo visité pocos días después de que se terminara su acondicionamiento.


Interior del chozo de Valbuena

Son chozos espartanos, con suelo de tierra y sin puerta. Una cadena de hierro en el centro imagino que hace de tiro para el humo de una posible hoguera en el centro del círculo interior. Tienen capacidad para cuatro o más personas tumbadas, y bastantes más si simplemente están para protegerse temporalmente de las inclemencias del tiempo. Al mismo tiempo que sirve de soporte práctico al excursionista en apuros, también le permiten, sabiendo su existencia, utilizarlas para programar rutas de más de una etapa que requieran un techo sin para ello tener que abandonar las cumbres y bajar a los pueblos cercanos, para volver al día siguiente latosamente a tener que ganar de nuevo la altura perdida. Y por supuesto, sirven para dar mayor valor paisajístico a los parajes donde están enclavados.


Aparte de la reconstrucción del chozo en sí, se rehabilita también el corral adyacente

En mi opinión, un ejemplo a seguir que enriquecería enormemente a la cordillera Cantábrica en su conjunto como destino montañero y turístico. Y por cuatro duros.




Nota: si no está visible la opción para dejar y ver comentarios, pulsa en el título naranja de este reportaje y ya podrás hacerlo.




12 comentarios:

  1. Qué monos!!! Sería mega-fashion poder pasar una noche allí. Me los pido para mis próximas vacaciones alternativas.

    ResponderEliminar
  2. Si señor, estas cosas hay que conservarlas. Me gustan las cosas sencillas y estos chozos tan modestos tienen un encanto especial, me gustó mucho la entrada, de verdad.

    ResponderEliminar
  3. Enhorabuena a los vecinos de Robles y Sousas, no sólo por mantener este tipo de construcciones tan prácticas para cualquier persona que visite esos parajes, sino también por resistir los embates de la Cosa Nostra (perdón, quise decir Coto Minero Cantábrico). La utilidad de los chozos, su integración en el paisaje y el valor etnógráfico de los mismos son sólo algunos de los muchos motivos por los que merece la pena una visita a L.laciana.

    ResponderEliminar
  4. Ignatia: todo es ponerse.
    Tejón: comparto contigo el gusto por las cosas sencillas
    Xastre: L.laciana es mucho más de lo que se ve desde la carretera, como bien sabes. Es un gran tesoro oculto al mundo. Al no ser parque natural (Victorino no quiere y él tiene la última palabra) mucha gente cree que no tiene valor, pero es todo lo contrario.

    ResponderEliminar
  5. Que razón tienes amigo del Alto Sil!
    Se me cae la cara de vergüenza cuando en mis garbeos solitarios por las sierras de mi tierra galega veo foxos de lobo, chozos, castros, hórreos, cruceiros y muchos elementos más de nuestro patrimonio olvidados, abandonados, destruidos e incluso expoliados y exaltados en el jardín de uno de esos señores oscuros. Otros son derruidos por palas al hacer pistas, ripers repobladores de eucaliptos...en fin..
    A ver si me animo a hacer una entrada sobre el asunto. Gracias por tu blog!
    Saludos
    Rubén
    p.d. le cambié el nombre a mi blog.

    ResponderEliminar
  6. Rubén, la verdad es que Galicia está bastante destruida. A ver si se recupera poco a poco la naturaleza. Aquí, con el gobierno que tenemos (da igual el signo, porque en la Junta gobierna uno y en Laciana el otro), si nos descuidamos, vamos a terminar igual. Ya cambié el enlace a tu nueva dirección. Un saludo

    ResponderEliminar
  7. Muy guapos los chozos, es una pena que no se recuperen todos los existentes en Laciana, más cuando, como dices, su restauración sería de muy bajo coste.
    No dudo que detrás de esta dejadez esté "el de siempre" pero también es cierto que dicha dejadez tiene autonomía propia para actuar. Siempre me pregunto cuándo será el día en que abramos los ojos y valoremos, respetemos y luchemos por la belleza que nos rodea. Aunque, a este paso, me temo que ese día llegará tarde ...

    P.D.: La última foto con el corral y el chozo restaurados me encanta.

    Un saludo amigo.

    ResponderEliminar
  8. Un saludo muy fuerte para Valles de La Tercia y Arbas, que hacía mucho que no se dejaba caer por esta comarca virtual.

    Esperemos que el día en que despierten los que nos gobiernan y tienen el dinero para estas cosas, aún quede algo que recuperar. Menos mal que tenemos internet para dar la brasa y quizá algo consigamos.

    ResponderEliminar
  9. Soy de Sosas y estuve trabajando en la rehabilitación de todos los chozos de pastores, he de decir que hicimos otro en la zona del rio Glacheiro,grande y en un paraje precioso,pensamos seguir recuperando más este verano,y poder realizar la ruta de los chozos.Es genial trabajar todos juntos por recuperar nuestro patrimonio se disfruta y une a la gent.En referencia a vito aqui lo tien crudo lo siento por el pero defenderemos nuestros montes hasta el final,me llamo Jana y vivo en mi pueblin desde siempre y espero eguir haciendolo le pese a quien le pese.
    un saludo.

    ResponderEliminar
  10. El del río Glacheiro, ¿no es de las Crespas o las Presas? Un saludo

    ResponderEliminar
  11. No,el Río se llama Glacheiro,por encima del chozo de las Presas,hicimos otro en el Sumidoiro,más grande, y muy bonito también,ese trozo de monte tiene por cada zona un nombre,y es una de las zonas más bonitas de toda la braña de Sosas.Como Vildeo, o la parte de la Fuente Oscura,una belleza,os recomiendo visitarlo porque os encantará, y los chozos como dijo un belga este verano,son de cuento.

    ResponderEliminar
  12. Que bonito que se restauren y se conserven parte de la historia de nuestros antepasados.

    ResponderEliminar

Tu comentario puede tener más valor que el texto que yo haya podido escribir. No dudes en dejarlo. Gracias