miércoles, 19 de noviembre de 2008

El Campo de La Mora ¿o el Valle de la Muerte?


El antaño apacible e idílico Campo de la Mora

El Valle de la Muerte -Death Valley- es un parque nacional del oeste de los Estados Unidos, cuya altura desciende en algunos puntos por debajo del nivel del mar y donde se alcanzan temperaturas de más de 50º. Su nombre no es realmente sinónimo de muerte, porque en él viven numerosas especies animales e incluso vegetales. Su aridez extrema fue producida por causas naturales en los últimos miles de años.


¿Los cráteres de un bombardeo aéreo? No, una mina sin restaurar

El Campo de La Mora, entre Piedrafita de Babia y El Villar de Santiago, es (era) un hermoso valle de fondo plano situado a 1400 metros de altitud, donde hace unas décadas se hacinaban miles de ovejas de los rebaños trashumantes. Actualmente, gigantescas retroexcavadoras dan dentelladas en la ladera norte del valle y deshacen sus montañas. Las escombreras de material sobrante caen sobre el fondo del valle, colmatándolo. El curso del arroyo que lo recorría ha visto alterado su recorrido y una gigantesca balsa artificial secciona el último tercio del Campo de La Mora.


Instalaciones mineras abandonadas a su suerte

En otro de los extremos del campo, unas antiguas instalaciones mineras se van deshaciendo lentamente, con la velocidad que los agentes meteorológicos les puedan imprimir. Nadie ha exigido su desmantelamiento, la empresa no tiene intención de perder unas horas de trabajo en las tareas de retirada de estas ruinas y ahí permanecerán de manera indefinida, afeando de forma innecesaria un paisaje otrora magnífico. Como lo afean las escombreras y cráteres que se ciernen en la ladera a pocos metros. Un paisaje que, si los veteranos de la batalla de Verdún de 1916, los marines que asediaron Iwo Jima en 1945, o los aliados que no dejaron un árbol en pie en Montecassino en 1944 pudieran tener delante, seguramente atribuirían a una descomunal batalla en la que habrían participado miles de piezas de artillería.

Pues no, es simplemente una mina de carbón
sin restaurar.


El Alto de la Cañada (2.154 m.), sobre un Campo de La Mora que se va ahogando con las escombreras mineras

Nadie va a protestar porque las minas de carbón de interior sigan abiertas y además, generando puestos de trabajo; el pasado, pasado es y a las minas de carbón a cielo abierto clausuradas no tiene sentido dedicarles un segundo más de indignación; pero coño, ¿POR QUÉ DEMONIOS NO SE RESTAURA EL TERRENO EN LAS MINAS ABANDONADAS Y NINGUNA ADMINISTRACIÓN ASÍ LO EXIGE?


Así como está en plenas labores de extracción, así quedará cuando este sector se abandone

El Campo de La Mora es realmente un valle de la muerte, no porque en él se registren altas temperaturas ni escasas precipitaciones, ni el suelo sea poco fértil. Simplemente, es un valle que se muere por culpa del ser humano (genérico) y de un ser humano (concreto) que cuando extraiga todo su carbón, irá con la muerte a otra parte. Y aquí no ha pasado nada.


Una enorme balsa secciona el último tercio del valle y da muerte al arroyo de la Mora




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