lunes, 16 de febrero de 2009

María del Roxo y el Concejo de Ibias


Mural a la entrada de Villaoril pintado por María del Roxo. Detrás, el pico Candanosa (1.677 m.), el más alto de la Reserva de Muniellos. Las siluetas corresponden a habitantes del pueblo

Había estado pensando en un nombre para esta entrada de hoy. En un principio iba a llamarlo simplemente 'Ibias'. Alguno, al leerlo, podría haberse preguntando '¿Ibias?, ¿solamente eso?'

Pues nada menos que eso. Ibias.


Al final, me vino a la mente que uno de los escritores favoritos (eso dice en su blog) de María del Roxo es Roald Dahl. La obra más conocida de Dahl es Charlie y la fábrica de chocolate. Aunque no conozco la historia ni he visto la película, y no sé si la relación entre Charlie y la fábrica es equivalente con la que existe entre María e Ibias, se me ocurrió adaptar el título de mi post a aquél otro.


Vista hacia el límite con León desde Villaoril. De izqda. a dcha., Pico Fas (1.865 m.), Turrunteira (1.935 m.) y Peña Rogueira (1.946 m.)

IBIAS.

Ibias, el destino más temido por los maestros asturianos. Ibias, que equivale a ser destinado a Fort Apache, al fin de la tierra conocida y civilizada. Más allá, la nada.

Prejuicios, desconocimiento, miedo a la soledad...


Pues sí, Ibias es soledad. Es estar a solas con uno mismo, sin escapatoria posible. Es ésta la única vía posible para poder conocerse, para explorar la propia alma. Recorrer Ibias es recorrerse a uno mismo. Es un viaje crudo, seco, áspero, en carne viva, pero es necesario hacerlo alguna vez.


La cara norte del Turrunteira

Ibias siempre me impresionó. Sentí miedo recorriendo a solas sus montañas. La sensación de aislamiento en Ibias es sobrecogedora. Me sentía fuera del mundo. Frágil, desvalido, solo. Pero también me sentía vivo, increíblemente vivo. Me acostumbré al miedo, a la soledad, y me sentí más vivo que nunca. Ibias te remueve por dentro, te retuerce las entrañas. Ibias es salvaje, es lo más salvaje de España.


Corredor de casa de Villaoril

Hace muchas décadas, Las Hurdes era un término sinónimo de aislamiento, de lugar remoto y dejado de la mano de Dios. Porque era exactamente así. Aún hoy, muchos viajan a Las Hurdes buscando esa magia de lo lejano, de lo aislado, de lo incomunicado con el mundo exterior. Pero Las Hurdes ha cambiado. Tiene buenos accesos, ya no está tan lejos de la ciudad más grande de España, la que escupe más gente los fines de semana, los puentes y las vacaciones. Aún hay quien busca con el objetivo de su cámara a la anciana de pañuelo en la cabeza. Dudo que queden muchas. Es una especie en peligro de extinción, a la que, como al urogallo cantábrico, le quedan dos telediarios.


Casas de Villaoril. La de la izquierda, con un corredor de entablillado tradicional

Posteriormente, el título de comarca remota pasó a La Cabrera, esa comarca leonesa que linda con la provincia de Zamora. En La Cabrera, las montañas son aún más altas que en Las Hurdes, sobrepasando en varios puntos los dos mil metros de altitud. Las comunicaciones son más complejas, por su orografía mas enrevesada. Ramón Carnicer escribió en 1964 'Donde Las Hurdes se llaman Cabrera'. Sabía bien de lo que hablaba. Al igual que en la otra comarca extremeña, las cosas han cambiado en La Cabrera. Para bien y para mal. Llegaron los buenos accesos, ...para dar acceso a las canteras de pizarra. Esas canteras de pizarra que crean empleo, pero que no hacen despegar el número de habitantes de esos pueblos, medio vacíos ya. Esas canteras que están dilapidando el valor paisajístico (el poco que quedaba después de tanto incendio) de la comarca. Pero la vegetación e incluso el bosque vuelven a brotar tras un incendio; los cráteres lunares que están dejando las canteras, la van a dejar llagada y rota para siempre. Ése es el 'desarrollo sostenible' que nuestros políticos ofrecen a muchas comarcas de España. De momento, crear empleo destruyendo el medio. Cuando el medio no rinda más, se acabará el empleo y el medio natural. No quedará NADA.


Escudo familiar en la fachada de A Casa del Roxo

No conozco toda España, pero creo que tengo referencias generales de toda ella. Y tengo la clara impresión de que el título de comarca remota y anclada en el tiempo lo comparten hoy en día tres comarcas asturianas: Grandas de Salime, Allande e Ibias. Conozco poco las dos primeras, pero lo suficiente para saber que aquello está lejos de todas partes, que casi nadie pasa por allí como el que no quiere la cosa. A Grandas y Allande hay que ir ex-profeso. No se cruza sin querer. Oviedo y Gijón no son ciudades muy grandes. No sueltan ni la décima parte de gente que sueltan Madrid o Barcelona. Ésa es otra razón para que su aislamiento permanezca.

Hoy me voy a ocupar solamente de Ibias.

Ibias no linda con el Alto Sil. Por medio está Degaña. Ibias tiene poco que ver con el Alto Sil. Compartimos a Victorino Alonso, al oso pardo cantábrico, quizá a algún urogallo que cruce desde Degaña, y poco más. Los pueblos son muy distintos y su distribución también lo es. Las montañas son diferentes, muy pizarrosas allí y de formas diferentes.


Parreiro (pajar) de Villaoril

Para ir a Ibias desde el Alto Sil hay que cruzar Degaña. Degaña es de una belleza abrumadora. La he cruzado docenas de veces y aún se me sigue quedando la boca abierta al atravesarla. Si Degaña fuera mujer, diría que me quita el hipo. Muchos asturianos la desconocen, y no saben que se están perdiendo uno de los tesoros mejor guardados de Asturias, parafraseando el título de un libro de fotografías que salió hace algunos años sobre esta comarca.


A Casa del Roxo

La belleza no entiende de límites de términos municipales. Una parte de la belleza de Degaña se derrama sobre Ibias. Sus bosques, sus espectaculares montañas. Esta belleza sublime y al mismo tiempo clara y explícita llega justo hasta Villaoril, el cuartel general de María del Roxo. A partir de Villaoril el paisaje cambia. Las montañas se suavizan, desaparece el bosque...y llega la muerte. Allí, Victorino Alonso también se muestra como es: despiadado, chulesco, arrogante, prepotente, despreciando la ley y las sentencias judiciales. La mina a cielo abierto de El Feixolín en Laciana es una anécdota al lado del cielo abierto de Tormaleo, en Ibias. Aquello es una aberración. Cuando lo veo deseo escupir en el suelo, levantar la voz y maldecir en voz alta el nombre del responsable de aquello y de los que lo toleran. La mina a cielo abierto de Tormaleo es nuevamente el 'desarrollo sostenible' que ofrecen los políticos. ¿Para qué pensar? ¿Para qué dedicar tiempo a buscar otras soluciones, pequeñas y múltiples soluciones, cuando con una sola se mantiene parcialmente el empleo en la comarca? Total, para cuando se acabe el carbón, ya ni estaremos en el cargo. Que arreen los que vengan detrás. Pan para hoy y muerte por inanición para mañana.


Mina de carbón a cielo abierto de Tormaleo. Obra del de siempre: D. Victorino Alonso García



Si los faraones Keops, Kefrén y Micerino levantaran la cabeza y miraran hacia Tormaleo, se sentirían como un niño con un castillo de arena en la playa. Esta pirámide de estériles se la ha sacado de la nada D. Vito (Corleone)

María del Roxo contribuye con los breves textos (tres o cuatro a la semana) de su blog El Lejano Oeste a la difusión de Ibias, mucho más de lo que lo pueda hacer cualquier politicucho de la capital que cuenta con los medios económicos y el personal suficiente para hacerlo. Desconozco las razones de María del Roxo. Imagino que será parte por afición a la escritura, y parte por altruismo. Los porcentajes no los sé. Igual ni los sabe ella misma. No importa. Lo importante es lo que se ve.


Villaoril

Ibias necesita recuperar la autoestima. Ibias se sabe el fin del mundo. Ibias tiene que sentirse orgullosa de ser Ibias. Y gente como María del Roxo son la palmadita en la espalda que mucha gente necesita para poder sonreir.

Ayer fuimos a Villaoril. Necesitábamos saber si María del Roxo es de carne y hueso, si es un buen programa informático capaz de imitar sentimientos, o es simplemente el espíritu de Ibias en formato virtual. No estaba. Tampoco era importante. Supimos que existía y que era real. Una vecina del pueblo que a veces vive con su hija en Laciana nos dijo:

- María es increíble. Esa chica vale para todo.


Cara norte de Peña Rogueira

El pueblo de Villaoril, como casi todos los de Ibias, es hermoso. El conjunto de sus casas es muy homogéneo y conserva antiguos elementos de arquitectura tradicional. La vista panorámica es impresionante: de un lado, al sur, las caras norte de Peña Rogueira y Turrunteira; al norte, el pico Candanosa, el más alto de la Reserva de Muniellos. En derredor, prados verdes en fuerte pendiente en las laderas de Llanelo y Villarmeirín. Bajo el Candanosa, Villardecendias, otro pueblo interesante. ¡Qué magnífico lugar para obtener la inspiración necesaria para escribir cosas hermosas!


Valle que se dirige hacia las cumbres nevadas de la Reserva de Muniellos

Es un privilegio poder tener una casa en Ibias. En muchos países europeos matarían por poder llevarse un pedacito de Ibias a su territorio. Allí se quedaron sin sitios así hace ya cien años. Pero aquí no se valora. Ibias no tiene discotecas, ni lugares de ocio, ni cines, ni apenas bares. Ibias es naturaleza, es los cielos más azules de Asturias, es pueblos de oscura piedra que parece que no han visto pasar las décadas. Y luego está su magia. No se ve, pero se percibe. Para ello es necesario conectar con ella, y eso requiere ir con la mente en blanco, vacía de ideas y pensamientos. Ir con el corazón.


En el límite con Degaña, Ibias alcanza su mayor espectacularidad

Si tú, lector, has sido capaz de llegar hasta este último párrafo, es que piensas de una manera parecida a como lo hago yo. Te voy a confesar un secreto: llevo años diciendo, medio en broma, medio en serio, que algún día me voy a retirar del mundo y me refugiaré en Mongolia o en Ibias. Como supongo que es más fácil comunicarse con la gente en Ibias (aunque nunca se sabe), imagino que éste será el lugar donde terminaré. Es un sueño, y los sueños a veces no se cumplen. Ibias es mi lugar de ensueño. El progreso, en nuestro país, destruye a la par que moderniza. Ibias necesita progreso, necesita infraestructuras, necesita habitantes. Pero necesita conservar su magia. El progreso es un arma de doble filo, y si no se toman las precauciones necesarias, el encanto de Ibias, que es lo único que puede ofrecer al mundo, morirá. Espero que si algún día consigo mi sueño de vivir en Ibias, Ibias sea igual que fue cuando generé ese sueño. Por eso, aunque quiero dar a conocer Ibias, y que Ibias reciba el reconocimiento que se merece, siento deseos por otro lado de guardarme para mí el secreto de su existencia. Con ese motivo te pido, amigo, que sólo le hables de Ibias a aquellos que sean merecedores de oir hablar de ella. Que Ibias sólo reciba a los mejores visitantes, a aquellos que puedan valorarla y amarla.


No es un 'adiós', es un 'hasta luego'. Hasta luego, Ibias, amiga.

Que Ibias siempre siga siendo Ibias.



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14 comentarios:

  1. Me encanto leer este Precioso post
    sludos

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  2. Hoy me siento un poco más orgullosa de mi tierra, llevo Ibias en el corazón y siento nostalgia siempre que leo o escucho algo sobre Ibias, ahora al leer este blog, solo se me ocurre dar las gracias a su autor y también a María, que cada día me acerca a mis raices.

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  3. Totalmente de acuerdo. Magnífica inyección de autoestima para los habitantes de estas tierras que desde el centro de Asturias se empeñan en hacerles creer que son de segunda... Por mi parte, sabía hace 6 años que comenzar una nueva vida por estos lares no era decisión equivocada.
    Salud

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  4. ¡Espléndido!
    Enhorabuena por el blog y por los honores otorgados en Villaoril.

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  5. Muchísimas grácias por este precioso artículo. Soy de la Parroquia de Tormaleo y me siento orgulloso de personas como tu, con estos post nos ayudas a salir del aislamiento en el que nos encontramos.

    De todo corazón, GRACIAS.

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  6. Tengo 85 años. Soy de Ibias y siempre presumí de ello, pero muy pocas veces he encontrado un artículo en el que se derrame tanto cariño y tanto aprecio por nuestra tierra, en el que se digan tantas verdades y se exprese tan certeramente la realidad.
    En un corazón así, España, nuestra querida España, sólo puede ocupar una esquinita.
    GRACIAS ALTO SIL

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  7. Me ha encantado tu artículo, ENHORABUENA!soy de Tormaleo y la verdad que parece incríble que alguien que no sea de Ibias sea capaz de transmitir ese tremendo cariño y admiración por esta tierra, me has puesto "los pelos de punta".De verdad MUCHAS GRACIAS.

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  8. No me extraña que os hayais emocionado, no soy de Ibias pero se me ha puesto la piel de gallina al leer las bellas y acertadas palabras del amigo del Alto Sil.

    Ojalá tu sueño se cumpla.

    Un abrazo.

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  9. Gracias a todos, amigos. No dije sino lo que sentía desde hace tiempo.

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  10. Si no fuera de Ibias, tras leer tu post me haría hija adoptiva. Se nota que es un relato escrito con el corazón. Muchas gracias.

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  11. Hola soy una chica de un pueblín de Pola de Allande pero mi madre es de la zona de Ibias, y bueno quisiera daros las gracias, porque haceis que los que estamos lejos, yo en un pueblo de Toledo, nos sintamos como si estuviésemos en esos maravillosos paisajes, de nuestra querida y añorada Tierra. Gracias y seguid así!!!

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  12. Bonita entrada. Descubrí a Maria del Roxo, mejor dicho, su post de Ibias:Lejano Oeste buscando una informacion sobre una ruta en Btt Degaña-Ibias; al leerlo tuve que ir a conocer aquella zona asturiana; realmente es mágica, pero sobre todo diferente. Otro día, con calma, iremos a conocer Villaoril y, si coincide, veremos a María.

    Bo día.

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  13. Saludos Maria del Roxo Eres fenomina,Tu si que vales.
    Un admirador de Omente.

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