jueves, 18 de noviembre de 2010

El último teito de Lumajo


El hórreo de teito de Lumajo, en octubre de 2010

De los cinco hórreos con cubierta de paja de centeno (teitos) que había en Lumajo en 1982, ya sólo queda uno, y puede que dentro de poco, ninguno. El primer paso antes de la desaparición de una cubierta de paja es con frecuencia la aparición de un plástico que la cubre, que evita que las goteras de la cubierta afecten al interior del hórreo. El último hórreo de teito de Degaña lleva ya cerca de diez años cubierto con el plástico, al igual que uno de los dos hórreos de teito de Sosas de Laciana.


El hórreo de teito de Lumajo en febrero de 2008, ya con un pequeño plástico

Veo que en los últimos años se han restaurado algunos hórreos de teito, como los dos de Caboalles de Arriba, el otro teito de Sosas o uno de los de Villager de Laciana, así como la palloza -también con cubierta de paja de centeno- de Robles de Laciana, ésta última hace pocos meses. Ojalá las ayudas lleguen a tiempo -suponiendo que haya algún euro en las arcas públicas a estas alturas de la crisis- para evitar que el hórreo de Lumajo, o uno de los Villager y el de Sosas que mencioné, no den el paso definitivo a la cubierta de pizarra, de la que ya no hay vuelta atrás. Después de Ibias y de Cangas del Narcea, Villablino (comarca de Laciana) es el municipio de la cordillera Cantábrica con más ejemplares de hórreo de teito. Sería triste desaprovechar algo en lo que Laciana sobresale por encima de docenas de municipios, ahora que Laciana necesita, más que nunca, espaldarazos de cualquier tipo.


El hórreo de Casimira, en Villager de Laciana, próximo candidato a la cubierta de plástico